Historia de la chaqueta bomber
Su creador, Leslie Lorey Irvin, patentó el diseño de la primera chaqueta bomber en 1926 con la finalidad de proteger y de abrigar a los aviadores a altas cotas de vuelo y a muy bajas temperaturas. La popularidad de la chaqueta bomber fue en aumento y se identificó también a sus portadores con los héroes de guerra, por lo que su uso se extendió progresivamente al ámbito civil de forma natural. Los primeros modelos de chaquetas bomber estaban confeccionados con piel en la parte exterior y con borreguillo en el interior, pero estos materiales se fueron sustituyendo por otros más modernos y ligeros hasta llegar al nylon y al poliéster actuales.